Evolución de la videotelemática: ¿Qué esperar en 2022?

Se prevé que la telemática por vídeo crezca un 16,6% en los próximos años sólo en la región norteamericana (Berg's Insight).

Un conductor utilizando la consola de su coche

Se prevé que la telemática por vídeo crezca en los próximos años a un ritmo del 16,6% sólo en la región norteamericana (Berg's Insight). La telemática por vídeo es uno de esos raros acontecimientos del sector en los que todos salen beneficiados: el conductor, el gestor de la flota, el propietario de la flota y los proveedores de servicios telemáticos (que integran el vídeo). No es de extrañar, por tanto, que latelemática por vídeo haya pasado de ser un complemento "deseable" de la telemática para flotas comerciales a convertirse en 2021 en un elemento clave del conjunto de herramientas a disposición del gestor de flotas.

Cómo empezó - Vídeo a la carta

Las estafas de "choque por dinero", en las que los estafadores "crean" accidentes adelantándose a un camión y frenando bruscamente, etc., hacían que se culpara a conductores y flotas de accidentes de los que no eran culpables. Además, esto no sólo perjudicaba gravemente los intereses comerciales de la flota con el pago de indemnizaciones por siniestros fraudulentos, sino que encarecía el seguro de la flota sin que ésta tuviera la culpa. Para los conductores, esto amenazaba peligrosamente su medio de vida, ya que acumular muchos puntos en el carné puede impedirles conducir. Como resultado, las flotas empezaron a instalar cámaras en el salpicadero que grababan vídeo todo el tiempo. La mayoría de estas cámaras no estaban conectadas, por lo que si se producía un accidente o un siniestro, para saber exactamente qué había pasado había que acceder a la cámara, conectarla a un ordenador y "sacar" el vídeo manualmente. Fue un gran momento para el sector de las flotas comerciales, porque ahora disponían de una herramienta que podía proteger a sus conductores y su negocio frente a reclamaciones fraudulentas.

El hecho de necesitar acceso físico a la cámara (el vehículo) era un problema, que se resolvió con cámaras conectadas. Disponían de 3G (ahora LTE/4G) para que, mediante un cuadro de mandos o una aplicación web, un gestor de flotas sentado en su oficina pudiera solicitar un fragmento de vídeo de una cámara de salpicadero concreta. La exoneración del conductor fue el primer caso de uso de las dashcams y, hasta la fecha, sigue siendo el beneficio más importante desde la perspectiva del conductor y de la flota.

Vídeo para añadir más contexto

Las unidades telemáticas tienen acelerómetros que pueden detectar frenazos, aceleraciones y giros bruscos. Dado que estos sucesos suelen deberse a una falta de anticipación, se consideraban indicios de conducción peligrosa. El mero hecho de saber que se habían producido estos incidentes, sin ningún otro contexto, significaba que un gestor de flota o un conductor no podían volver a examinar el incidente para estudiar cómo se había producido, por qué se había producido y si se podía hacer algo para evitar que se produjeran.

Con las dashcams ya instaladas, había que conectar la cámara a la unidad telemática de algún modo para que, cada vez que se produjera un evento de alta G, se generara automáticamente un fragmento de vídeo y, opcionalmente, se subiera a la nube.

Así, por ejemplo, si se produce un frenazo brusco, el gestor de la flota puede ver el vídeo para saber qué ha pasado y si el conductor ha tenido la culpa o no. En muchos casos, el conductor habría frenado para evitar una colisión que se hizo probable debido al error de algún otro vehículo. En estos casos, se habría culpado injustamente a los conductores, pero ahora se les elogia por haber tomado medidas evasivas y haber evitado un mal resultado. De limitarse a registrar datos por si fueran necesarios, las cámaras han pasado a proporcionar contexto cuando se producen situaciones de alta gravedad.

Todavía no había forma de saber si un conductor estaba distraído o si iba pegado a un vehículo antes de una frenada brusca. Algunos servicios telemáticos de vídeo de alta calidad ofrecían una revisión manual de los vídeos generados a partir de incidentes de alto riesgo que permitía etiquetar cada incidente para determinar si era evitable o no, proporcionando así a las flotas información que podía utilizarse para la formación y el entrenamiento de los conductores. Estos servicios eran muy caros.

La inteligencia artificial se generaliza

Con el avance de la IA y el ML en la última década, entraron en el mercado chipsets que podían ejecutar algoritmos de IA/ML en tiempo real. Aproximadamente a partir de 2015, las empresas de videotelemática de la nueva era pasaron a primer plano. La IA en el límite era su principal diferenciador. Para una flota, esto significaba que la cámara inteligente podía "ver" lo que estaba ocurriendo y detectar si un conductor estaba distraído o seguía a otro vehículo, ¡incluso si no se había producido un frenazo brusco! Se popularizó el coaching en cabina, que proporcionaba información en tiempo real al conductor cada vez que la IA detectaba una conducción peligrosa. La prevención y la predicción eran los nuevos mantras.

Con la IA en el límite, los gestores de flotas disponen ahora de una imagen extremadamente granular y realista del riesgo al que se enfrenta su flota debido a prácticas de conducción peligrosas y erróneas. Los gestores de flotas pasaron de basarse únicamente en los eventos de alto riesgo para comprender el comportamiento de los conductores a basarse en indicadores causales directos de riesgo, como los rebufos, las infracciones de las señales de stop, la conducción distraída, el uso de dispositivos electrónicos, la conducción somnolienta, etc. Desde el punto de vista de la formación, esto significa que el feedback y la formación de los conductores serán más personalizados y procesables.

¿Y ahora qué? ¿Qué esperar en 2022?

Para que la inteligencia artificial de vanguardia se generalice, es importante poder optimizarla hasta tal punto que pueda ejecutarse en un hardware "normal" que no disponga de GPU muy caras. Además, por muy buena que sea la oferta de una cámara, para que se generalice de verdad en todo el mundo, los clientes deben tener donde elegir. Por eso se necesitan cámaras inteligentes que abarquen una amplia gama de hardware y precios. Esto es especialmente cierto en el caso de los proveedores de servicios telemáticos que desean integrar la videotelemática: disponer de opciones les permitirá atender a los distintos segmentos de su base instalada y globalizarse.

La inteligencia artificial puede utilizarse para analizar vídeos y proporcionar mucha información. Existe el riesgo de que se busquen características efectistas que sirvan más como demos y funciones de marketing que para proporcionar un beneficio serio a la flota. Habrá que centrarse más en las ventajas que en las funciones.

Tanto si se trata de exonerar a un conductor como de formarlo, los flujos de trabajo pasarán a un primer plano. La facilidad de uso se impondrá a la riqueza de funciones. La interfaz de usuario y la experiencia de usuario serán extremadamente importantes. Tradicionalmente, las expectativas del software B2B han sido bajas en lo que respecta a la interfaz de usuario y la experiencia de usuario, pero esto ya no será así. Las soluciones más populares no tendrán necesariamente el mayor número de funciones, sino que serán intuitivas y fáciles de entender y utilizar.

Aunque se presta una atención desmesurada al uso del vídeo para detectar la conducción peligrosa, no hay que perder de vista que un porcentaje abrumador de conductores son profesionales consumados que tienen un historial de seguridad impecable y a menudo realizan maniobras heroicas para proteger a los demás en la carretera. Utilizar el vídeo para reconocer ese comportamiento positivo y valorar a esos conductores será una tendencia clave.

Tradicionalmente, la instalación de una solución de cámara de salpicadero ha requerido la intervención de instaladores expertos, lo que ha provocado que el vehículo esté improductivo durante más tiempo y ha supuesto un coste para la flota. Habrá una gran tendencia hacia soluciones fáciles de instalar y, preferiblemente, autoinstalables. Las aplicaciones guiarán a los técnicos de la flota durante el proceso de instalación, lo que ahorrará tiempo y dinero a las flotas.

Por último, a medida que la telemática de vídeo se generaliza, ya sea una flota o un proveedor de servicios telemáticos que ofrezca telemática de vídeo, la cuestión de cómo gestionar las cámaras sobre el terreno se convierte en el punto central. Las herramientas para conocer el estado de las cámaras, el consumo de datos y la capacidad de realizar actualizaciones por aire (OTA) serán cruciales. Sin esto, la ampliación será casi imposible.

En resumen, 2022 será un gran año para la videotelemática, ya que ofrece enormes oportunidades tanto a las flotas como a los proveedores de servicios telemáticos. En el caso de las flotas, les ayuda a proteger su reputación, a protegerse contra el fraude, a comprender mejor el comportamiento de los conductores, a aumentar su seguridad y a reducir los accidentes, con el consiguiente ahorro para la flota. Desde el punto de vista de las flotas, agradecerían mucho que los proveedores de servicios telemáticos ofrecieran una telemática de vídeo integrada, de modo que tuvieran un único proveedor de tecnología para todas sus necesidades, desde el análisis de la ubicación, el cumplimiento, las operaciones y el mantenimiento hasta el análisis de vídeo. Por lo tanto, esto ofrece a los proveedores de servicios telemáticos una oportunidad para diferenciarse y aumentar sus ventas, proporcionando más valor a sus clientes de flotas al tiempo que mejoran sus métricas empresariales clave.

¡Feliz año nuevo a todos!